Ruta del Vino en Valdepeñas: vinos, bodegas y fiesta de la vendimia

Valdepeñas, en el corazón de Castilla-La Mancha, es sinónimo de buen vino y tradición vitivinícola. A solo dos horas de Madrid, esta localidad de la provincia de Ciudad Real invita a un recorrido enológico único, aprovechando la temporada de vendimia a inicios de septiembre. En esta época los viñedos cobran vida, las bodegas abren sus puertas al enoturismo y la ciudad celebra por todo lo alto la Fiesta de la Vendimia y el Vino, declarada de Interés Turístico. Este destino no solo atrae a amantes del vino, sino que ofrece experiencias culturales para todas las edades, demostrando que Valdepeñas es mucho más que vino.

Enoturismo en Valdepeñas: tradición vinícola centenaria

La Denominación de Origen Valdepeñas es una de las más clásicas y reconocidas de España, con vinos cuya personalidad refleja el terruño manchego. En 2018 se creó oficialmente la Ruta del Vino de Valdepeñas para poner en valor todos los recursos enoturísticos de la zona. Esta ruta engloba una veintena de bodegas –desde grandes casas históricas hasta viñedos familiares– junto con museos, restaurantes, almazaras de aceite y atractivos culturales, brindando al visitante un viaje completo por la cultura del vino.

Recorrer Valdepeñas en tiempo de vendimia significa sumergirse en labores tradicionales que apenas han cambiado en siglos. Muchas bodegas ofrecen visitas guiadas donde es posible degustar (más que beber) sus vinos y conocer el proceso de elaboración desde la cepa hasta la copa. Los vinos de Valdepeñas abarcan tintos robustos de tempranillo, blancos aromáticos de airén, rosados frescos e incluso espumosos, casi siempre con una excelente relación calidad-precio. Y aunque el vino sea el hilo conductor, el entorno ofrece mucho más: paisajes de llanura salpicados de viñedos y olivares, pueblos manchegos con patrimonio histórico y cielos amplios de un azul intenso que cubren esta tierra cervantina. En Valdepeñas, vino, cultura y naturaleza maridan a la perfección.

Bodegas locales para visitar

Nada mejor que iniciar la ruta del vino visitando algunas bodegas emblemáticas de Valdepeñas. Cada una tiene su historia y métodos, combinando tradición y modernidad en la elaboración de sus caldos. A continuación, destacamos algunas paradas obligatorias para el enoturista:

  • Bodega Los Llanos (1875) – Una de las casas vinícolas más antiguas de La Mancha, fundada en 1875. Es famosa por sus enormes cuevas subterráneas, consideradas de las mayores de España con capacidad para unas 30.000 barricas de vinosenoriodelosllanos.com. Estas históricas galerías fueron bautizadas en 1977 como la “Cueva del Arte”, porque en su interior se unen el arte de Valdepeñas y el arte del vino. Hoy la antigua bodega alberga el restaurante La Antigua Bodega Los Llanos, y es posible recorrer sus cuevas centenarias donde entre tinajas y barricas se exhiben obras de arte local, ofreciendo una experiencia que aúna cultura y enología.

  • Bodega Navarro López (1904) – Situada en pleno casco urbano, esta bodega tradicional data de 1904 y actualmente funciona como museo y espacio para eventos tras ser restaurada por la familia Navarro López en 1988. En la visita se recorren los patios donde antaño se recibía la uva y se conoce el instrumental vinícola de hace un siglo. El plato fuerte es su hermosa sala de tinajas: 35 gigantescas tinajas de barro alineadas, fabricadas in situ de forma artesanal a principios del XX. La antigua cueva de barricas bajo la bodega, con ambiente naturalmente fresco, completa un recorrido que transporta a la época dorada del vino valdepeñero.

  • Bodega Corcovo (1994) – Un proyecto familiar joven pero innovador. Desde sus inicios apostaron por técnicas poco comunes, elaborando vinos directos sin uso de prensa para obtener mostos más limpios y afrutados. Su tempranillo crianza logró tal excelencia que fue seleccionado en cata ciega para la boda del rey Felipe VI, e incluso ganó la medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas. En la visita se aprecian dos zonas de elaboración: la sala de tinajas tradicionales de cemento y la moderna nave de depósitos de acero inoxidable con sistemas de decantación inusuales. Por supuesto, tampoco falta la clásica cueva subterránea con barricas, típica de las bodegas valdepeñeras, donde los vinos reposan a temperatura constante.

  • Cooperativa Vinícola de Valdepeñas (2016) – La única cooperativa vitivinícola de la ciudad, fundada recientemente pero asentada en una antigua bodega tradicional. Agrupa a unos 90 pequeños viticultores locales. Su tour guiado permite entender el proceso completo de vinificación, destacando su imponente sala de tinajas: ¡alberga 192 tinajas de hormigón de unas 18.000 litros cada una, sumando cerca de 3 millones de litros de capacidad!. El recorrido suele finalizar con una cata de vinos propios en un pintoresco molino de viento dentro de la propiedad, una forma original de culminar la experiencia degustando sus etiquetas más representativas (como Concejal o V5).

Consejo: Es recomendable reservar con antelación las visitas en bodegas, especialmente en temporada de vendimia, pues es una época concurrida. Muchas de estas bodegas ofrecen catas comentadas y venta directa de vino, permitiéndote llevarte a casa un pedacito de Valdepeñas en cada botella.

Museo del Vino de Valdepeñas

Otra parada imprescindible en esta ruta es el Museo del Vino, un lugar donde la historia vitivinícola cobra vida. El museo se ubica en la antigua bodega de Leocadio Morales, fechada en 1901, de la cual se conservan la fachada porticada, la zona de prensa (jaraíz), la nave de tinajas y la cueva subterránea. A través de estas estancias originales, el visitante puede revivir cómo se elaboraba el vino a finales del siglo XIX y principios del XX, caminando entre enormes tinajas de barro y antiguos aperos de bodega.

La visita comienza con una explicación introductoria y luego es autoguiada, para recorrer a tu ritmo las distintas salas temáticas. El museo cuenta incluso con una sala de cata profesional totalmente equipada, donde se realizan degustaciones y cursos enológicos. En aproximadamente hora y media se puede aprender sobre la evolución de la producción de vino, desde los métodos tradicionales hasta la modernización de las bodegas manchegas. La entrada general ronda los 3 € (reducida 2 €), y no suele requerir reserva previa salvo para grupos grandes. Sin duda, es un plan entretenido para toda la familia – educativo para niños y nostálgico para los mayores – que complementa a la perfección las visitas a bodegas.

Fiesta de la Vendimia y el Vino: tradición y celebración

Cada año, a comienzos de septiembre, Valdepeñas se viste de gala para celebrar sus Fiestas de la Vendimia y el Vino, una tradición que data de 1948. Oficialmente tienen lugar en torno a la primera semana de septiembre (por ejemplo, del 1 al 8 de septiembre en 2025) coincidiendo con el final del verano y la recolección de la uva. Durante esos días la ciudad se transforma en un gran escenario festivo con más de un centenar de actividades pensadas para todos los gustos y edades.

Uno de los momentos más emblemáticos es la Pisa de la Uva inaugural: vecinos ataviados con trajes tradicionales manchegos pisan uvas en grandes lagares de madera, reviviendo el antiguo rito que simboliza el inicio de la vendimia. A partir de ahí, se sucede una programación vibrante: hay desfiles de carrozas adornadas con motivos vinícolas que recorren las calles céntricas, conciertos al aire libre con artistas de renombre nacional, actuaciones de folclore regional, ferias de artesanía, y por supuesto degustaciones y catas de los mejores vinos locales Un evento destacado para los amantes del vino es el tradicional Túnel del Vino, donde por un precio simbólico se pueden probar numerosos vinos de la DO Valdepeñas. Tampoco faltan concursos originales (por ejemplo, de catadores de vino o de lanzamiento de hueso de aceituna), actividades infantiles como el concurso de dibujo en el asfalto, competiciones deportivas populares y hasta fuegos artificiales. La ciudad entera participa con entusiasmo en esta fiesta, que es una de las más importantes del vino en España, atrayendo a visitantes de todo el país.

Las fiestas de Valdepeñas coinciden además con las celebraciones en honor a la patrona, la Virgen de Consolación, integrando actos religiosos y tradiciones locales con el ambiente enológico. Un aspecto cultural a resaltar es la Exposición Internacional de Artes Plásticas que se inaugura por estas fechas: se trata de un prestigioso certamen de arte que en 2025 alcanzó su 86ª edición, mostrando obras de artistas de diversos países. Esta combinación de vino, música, arte y folclore hace que la experiencia en Valdepeñas durante la vendimia sea inolvidable. Para los valdepeñeros, es el momento cumbre del año; para el viajero, es una oportunidad de sumergirse en la auténtica cultura manchega celebrando la cosecha con los cinco sentidos.

Valdepeñas: mucho más que vino (atractivos culturales)

Aunque el vino es el alma de Valdepeñas, la ciudad ofrece otros atractivos culturales y monumentales que enriquecen la visita. El centro histórico es pintoresco y acogedor, con la Plaza de España como gran protagonista. En esta plaza peatonal, corazón de la vida local, destaca una fuente decorativa dedicada al vino – literalmente, hasta la fuente de Valdepeñas está dedicada al vino, reflejando la importancia de la vid en su identidad. La plaza está rodeada de soportales con azulejos de color añil (conocido como “añil Valdepeñero”) y edificios históricos como la Iglesia de la Asunción, un hermoso templo que preside la estampa urbana, y la Casa Consistorial o Ayuntamiento, de elegante arquitectura civil barroca. A poca distancia se encuentra el Museo Municipal, que alberga obras de arte (incluyendo piezas del concurso de Artes Plásticas) y exposiciones sobre la historia local. Otro punto de interés es la Casa del Fraile, una antigua posada cervantina, y las esculturas y murales repartidos por la ciudad que rinden homenaje a la viticultura.

Para quienes dispongan de más tiempo, en las afueras de Valdepeñas hay visitas muy recomendables. A solo 8 km se ubica el yacimiento íbero del Cerro de las Cabezas, donde se pueden explorar los restos arqueológicos de una ciudad prerromana que testimonia la larga historia de poblamiento en esta tierra. Y los amantes de la naturaleza pueden planear excursiones a lugares cercanos de gran valor ecológico, como el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel o las Lagunas de Ruidera, ambos a menos de una hora en coche. En resumen, Valdepeñas complementa su oferta vinícola con patrimonio cultural, arte y entorno natural, asegurando actividades para todas las edades más allá de la copa de vino.

Dónde alojarse: Hostal Valdepeñas by Bossh Hotels

Después de un día explorando bodegas y disfrutando de la fiesta, toca descansar en un lugar cómodo. En Valdepeñas, una opción destacada por su ubicación y calidad es el Hostal Valdepeñas by Bossh Hotels, un alojamiento acogedor situado en pleno centro histórico. Este hostal combina el encanto tradicional manchego (edificio con carácter y decoración típica) con comodidades modernas, ideal tanto para viajeros en pareja o familia como para visitas de trabajo. Cuenta con 31 habitaciones amplias y funcionales, todas con baño privado, aire acondicionado, wifi y acceso por ascensor. Además, ofrece servicios muy apreciados por el visitante: restaurante propio con gastronomía regional (y menú del día), bar-cafetería, desayunos continentales, salones para banquetes o eventos, servicio de información turística e incluso máquinas expendedoras para cualquier antojo.

Reservando directamente en su web, el Hostal Valdepeñas garantiza el mejor precio y la mejor habitación disponible, e incluso ayuda a gestionar visitas guiadas y excursiones por la zona para sus huéspedes. En definitiva, un alojamiento con excelente relación calidad-precio y trato familiar, desde el cual se puede ir andando a la mayoría de las bodegas urbanas, museos y a la Plaza de España en unos pocos minutos. ¡El aliado perfecto para una escapada enoturística redonda en Valdepeñas!

¡Salud! Por todo lo anterior, la Ruta del Vino en Valdepeñas se presenta como un plan irresistible para los amantes del vino y la cultura. Ya sea brindando con una copa de tempranillo en una cueva centenaria, aprendiendo en su Museo del Vino o bailando en un concierto de la Fiesta de la Vendimia, descubrirás que Valdepeñas es tierra de vino, sí, pero también de historia, arte y fiesta. Una experiencia manchega auténtica que deja huella en el paladar y en el corazón del viajero.

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