A Coruña como un local: secretos y consejos viajeros

A Coruña es una ciudad con encanto marinero y ambiente acogedor que invita a explorarla más allá de los típicos recorridos turísticos. Aquí podrás vivir la ciudad como un coruñés, disfrutando de sus rincones auténticos, su gastronomía y sus tradiciones locales. ¿Sabías que la ciudad cuenta con el paseo marítimo urbano más largo de Europa, con más de 13 kilómetros rodeando la costa desde el Castillo de San Antón hasta el Portiño? Este extenso paseo y las galerías acristaladas de sus fachadas le han valido el apodo de “Ciudad de Cristal”. En este artículo te proponemos descubrir A Coruña como un local: con curiosidades, consejos prácticos y planes alternativos para saborear la esencia coruñesa evitando lo más típico y turístico.

Breve historia y contexto

A Coruña tiene raíces milenarias que se reflejan en sus calles e hitos históricos. Ya en época romana era conocida como Brigantium, un puerto comercial estratégico en la costa atlántica. Los romanos construyeron en el siglo II d.C. la Torre de Hércules, que sigue en funcionamiento hoy como el faro romano más antiguo del mundo. Este emblemático faro, declarado Patrimonio de la Humanidad, dio pie a la leyenda fundacional de la ciudad: según el mito, Hércules enterró aquí la cabeza del gigante Gerión tras vencerlo, y sobre ella levantó la torre, naciendo así la Ciudad Herculina. Siglos más tarde, A Coruña sería escenario de gestas heroicas como la de María Pita, la valiente coruñesa que en 1589 lideró la defensa de la ciudad frente al ataque de la armada inglesa del corsario Drake. Estatua de María Pita en la plaza que lleva su nombre, conmemorando a la heroína local del siglo XVI. Su espíritu combativo y su famoso grito “¡Quien tenga honor, que me siga!” se han convertido en símbolo del orgullo coruñés. Tras superar asedios y batallas (incluida la de Elviña en 1809, durante la Guerra de Independencia, donde cayó el general británico Sir John Moore), A Coruña floreció como ciudad comercial y cultural. Hoy es una urbe moderna de unos 245.000 habitantes, capital de la provincia de A Coruña en la comunidad de Galicia. Mantiene su carácter cosmopolita y a la vez tradicional, combinando arquitectura histórica y ambiente marinero con la vitalidad de una ciudad que mira al Atlántico.

(Contexto local: los coruñeses se refieren cariñosamente a su ciudad simplemente como “Coruña” y en gallego, su lengua cooficial, la llaman “A Coruña”, que es también su nombre oficial. No te extrañe oír ambos nombres durante tu visita.)

Cómo moverse por la ciudad

Moverse por A Coruña es sencillo y, de hecho, lo mejor es hacerlo como un local: a pie. El centro histórico y los principales atractivos están muy cerca entre sí, y las distancias son relativamente cortas. La ciudad es muy caminable, con amplias aceras y zonas peatonales – de hecho, gran parte del casco viejo y varias calles céntricas son exclusivamente peatonales o residenciales. Recorrer el Paseo Marítimo disfrutando de la brisa del mar es un placer cotidiano; son más de 13 km de senda costera ideales para pasear o hacer running con vistas al Atlántico.

  • En bicicleta: A Coruña dispone de más de 35 km de carril bici, incluyendo un tramo panorámico de 13 km junto al mar. Puedes alquilar bicicletas fácilmente e incluso usar el sistema municipal BiciCoruña si tu estancia es larga. Pedalear al atardecer por la bahía, viendo la Torre de Hércules a lo lejos, es una experiencia altamente recomendable.
  • Transporte público (bus): La ciudad cuenta con una flota de autobuses urbanos rojos muy característica. Operan unas 24 líneas que conectan todos los barrios; el billete sencillo ronda 1,20 € y puedes consultarlos en tiempo real con la app oficial de Tranvías de A Coruña. Aunque probablemente no necesites tomar muchos buses si te alojas céntrico, vienen bien para llegar a puntos más alejados como el Monte de San Pedro o el Campus. También hay servicios frecuentes de autobús y tren si planeas excursiones a otras ciudades gallegas.
  • Taxi y VTC: Los taxis en A Coruña son blancos con una franja azul y están disponibles las 24 horas. Puedes pararlos en la calle, en paradas oficiales o pedirlos por teléfono. Las aplicaciones de transporte tipo Cabify/Uber también funcionan en la ciudad, por si prefieres ese formato. Las tarifas dentro de la urbe son razonables debido a las distancias cortas.
  • Coche: Si vienes con vehículo propio, ten en cuenta que no lo necesitarás para moverte por la ciudad y puede ser incluso un estorbo en el centro. Muchas calles están restringidas al tráfico y el estacionamiento en superficie es limitado. Lo más práctico es dejar el coche en un parking público y recorrer la ciudad caminando, en bus o taxi. La comodidad de A Coruña es que en 10-15 minutos andando puedes ir de la playa de Riazor al casco viejo, por ejemplo, así que ¡mejor deja el estrés del coche aparcado!

Zonas para tapear como un local

Irse de tapas es casi un deporte local en A Coruña. La ciudad tiene una riquísima tradición de tapeo y “ir de vinos”, especialmente los fines de semana, cuando los coruñeses salen a picar algo de bar en bar desde el mediodía hasta la noche. Si quieres sumergirte en este ambiente gastronómico, toma nota de las zonas de tapeo imprescindibles donde podrás comer bien, barato y en locales llenos de sabor auténtico:

Ambiente de tapeo en la Plaza de San Nicolás, en pleno centro de A Coruña. Los coruñeses disfrutan de terrazas y tabernas tradicionales para socializar mientras prueban distintas tapas.

  • Barrio de la Pescadería (Zona de vinos): Es el corazón del tapeo coruñés. Se extiende entre la Plaza de María Pita y la calle de la Estrella, abarcando también calles clásicas como la Calle La Franja y la Calle Galera. En este laberinto de callejuelas encontrarás tabernas tradicionales y bares modernos puerta con puerta. Un buen punto de partida es la Plaza de María Pita, haciendo una parada en la Taberna da Penela para probar su famosa tortilla de Betanzos (jugosa por dentro) o unos mejillones rellenos. Desde allí puedes bajar por Rúa da Franja, repleta de mesones donde pedir desde empanada gallega hasta pulpo a feira. No te pierdas las tostadas de A Lagareta, las croquetas cremosas de Dos Raíces o un vaso de vino en el histórico Bar Priorato, donde sirven el ribeiro en porrón. En paralelo está la Calle Galera, otra arteria del tapeo: locales míticos como La Bombilla (famoso por sus tapas a 1€ y su caldo gallego calentito en invierno) conviven con taperías contemporáneas. Hacia el final de Galera, en la calle Los Olmos, te esperan la tortilla del Bar Victoria o el raxo (magro de cerdo adobado) del Debejas. Lo mejor es ir de barra en barra, dejándote llevar por el bullicio y entrando allá donde veas ambiente.
  • Calle de la Barrera: A un paso de la Plaza de Lugo se encuentra esta calle peatonal que fue elegida “la mejor calle de tapas de toda Galicia” por la revista Tapas Magazine. Aquí cada local tiene su especialidad legendaria. Por ejemplo, no dejes de pedir la Tapa Tarabelo (un filete empanado con patatas fritas en forma de sombrero) en el bar El Tarabelo, o los calamares fritos del clásico Surrey. En A Troula prueba los originales “cocodrillos”, que son finas láminas de ternera rebozada pinchadas con patata frita, y en Os Tigres pregunta por los “tigres rabiosos” (mejillones en salsa picante). La gracia de esta zona es ir probando un bocado en cada sitio, acompañado de un vinito albariño o una cerveza Estrella Galicia bien tirada, mientras te mezclas con los locales.
  • Monte Alto y tapeo “enxebre”: Si ya has recorrido el centro, anímate a explorar el tapeo en el barrio de Monte Alto, una zona de ambiente más marinero y auténtico en la parte alta de la ciudad. Aquí se encuentran algunas pulperías tradicionales donde aún te sirven tapa de caldo gratis y recetas caseras. Un referente es Pulpería O’Rueiro (en c/ Miguel Servet, 10), un local familiar con más de 50 años de historia donde el pulpo a feira es excelso y el ambiente, 100% local (¡incluso suelen tener callos y lengua estofada de tapa, muy de la tierra!). Monte Alto es perfecto para sentir el día a día de un barrio coruñés mientras degustas gastronomía gallega sencilla y sabrosa; además, desde la cercana Praza de España suelen partir rutas de vinos por tabernas menos turísticas.

En cualquier ruta de tapas, lo típico es pedir “un corto” o “un vino” y una tapa (muchos bares incluyen tapas pequeñas gratis con la consumición, como un pincho de tortilla o unos callos). Déjate aconsejar por el camarero según la especialidad de la casa. Y si te gusta el dulce, busca la tarta de Santiago o los melindres en alguna pastelería tradicional para rematar el recorrido gastronómico. ¡Buen provecho!

Un itinerario sugerido de un día completo

Si solo dispones de un día en A Coruña, aquí te proponemos un itinerario para exprimir la ciudad al máximo, combinando lugares emblemáticos con planes locales desde la mañana hasta la noche:

  • Mañana: Empieza el día como un coruñés más, desayunando en una cafetería tradicional. Puedes probar un chocolate con churros en la histórica Churrería Bonilla (famosa por sus patatas fritas y churros, un clásico local) o un café con leche acompañado de una tostada de pan de bolo en cualquier café de barrio. Con energías repuestas, dirígete a la Plaza de María Pita, corazón del casco antiguo. Admira la fachada del Palacio Municipal y la estatua de María Pita que preside la plaza, mientras te empapas de la historia que la rodea. Desde allí, piérdete por las callejuelas de la Ciudad Vieja: visita la Iglesia de Santiago (románica del s. XII), la Colegiata de Santa María del Campo y las encantadoras plazas de Azcárraga y de Santa Bárbara, con sus pazos antiguos y aire tranquilo. Un secreto local: asómate al Jardín de San Carlos, un pequeño jardín romántico que alberga la tumba del general Moore y ofrece bonitas vistas al puerto antiguo. Tras el paseo, toma un aperitivo al estilo coruñés – por ejemplo, un vermú con unas olivas o unos berberechos en conserva – en alguna tasca de la zona vieja. El vermú del mediodía es una cita imprescindible el fin de semana para los coruñeses, así que únete a la tradición.
  • Mediodía y almuerzo: A la hora de comer, tienes opciones para todos los gustos. Si quieres algo rápido e informal, podrías ir de tapas por la zona de la Calle la Franja o la Plaza de María Pita, probando una ración de pulpo, unos calamares y una copa de vino en distintos sitios. Si prefieres sentarte a almorzar, busca una marisquería o pulpería tradicional. Por ejemplo, en la zona de la Dársena y el paseo de la Marina hay restaurantes donde locals disfrutan marisco fresco (navajas, almejas, centolla…) y pescado del día. Una recomendación es pedir un menú del día de cocina gallega: muchos restaurantes ofrecen primero, segundo y postre casero a buen precio, con platos como caldo gallego, merluza a la gallega o raxo con patatas. Después de comer, un corto paseo te llevará a la cercana Avenida de la Marina, con sus famosas galerías acristaladas blancas – una postal característica de A Coruña.
  • Tarde: Por la tarde, es momento de disfrutar del paisaje costero. Puedes dar un buen paseo (o pedalear) por el Paseo Marítimo. Te sugerimos encaminarte hacia la joya de la ciudad: la Torre de Hércules. Recorriendo la franja costera pasarás junto a las playas urbanas de Orzán y Riazor, viendo a surfistas en el agua si hay olas, y el Obelisco Millenium más adelante. Al llegar a la Torre de Hércules, tómate tu tiempo para explorar su entorno: sube hasta la cima del faro (son 234 escalones, pero la vista vale la pena) y recorre el Parque Escultórico que lo rodea, lleno de menhires y estatuas inspiradas en la leyenda de Hércules y otros mitos celtas. Contemplar el atardecer desde la Torre es una de las experiencias más inolvidables que ofrece A Coruña – ver cómo el sol se esconde en el Atlántico frente al único faro romano en funcionamiento del mundo es mágico. Si el tiempo acompaña, muchos locales se sientan en la pradera alrededor de la Torre para merendar, volar cometas o simplemente disfrutar la brisa marina al caer la tarde.
  • Noche: De regreso al centro (puedes volver en bus urbano desde la Torre si estás cansado, o andando tranquilamente), te espera una animada noche coruñesa. Empieza la velada tapeando por la Calle de la Barrera o la Calle Galera, como mencionamos antes, para cenar a base de pequeñas raciones en un ambiente distendido. La gastronomía local luce especialmente por la noche, con platos como los tigres (mejillones rellenos), las zorza (picadillo de chorizo) o el pescado fresco en tacos fritos que encontrarás según el bar. Para el postre, ¿por qué no un helado artesanal? En la zona de la Marina hay heladerías clásicas donde tomar un helado paseando bajo las galerías iluminadas. Si aún tienes energías, la noche coruñesa ofrece ambiente para todos los gustos: desde tomar una copa tranquila en los pubs de la Calle Juan Flórez o la Plaza de María Pita, hasta bailar en los bares y discotecas del Orzán si buscas algo más movido. La ciudad tiene fama de juerguista – como dice la canción popular, “Vivir na Coruña qué bonito é… andar de parranda e dormir de pé”– así que no te sorprendas si un jueves o sábado ves mucho movimiento por la calle hasta tarde. Cuando decidas retirarte, un último paseo nocturno por el paseo marítimo, con la brisa del mar y las luces de la bahía, pondrá el broche de oro a tu día coruñés.

Planes alternativos para cuando llueve

Galicia es verde por algo, y A Coruña no escapa a los días de lluvia. Pero lejos de arruinar el viaje, el orballo (como llaman los gallegos a la llovizna) le da un toque melancólico y auténtico a la ciudad. Además, hay muchos planes alternativos bajo techo para disfrutar igual:

  • Ruta de museos: A Coruña cuenta con excelentes museos para todos los gustos. Si viajas en familia o te atrae la ciencia, visita los Museos Científicos Coruñeses: la Casa de las Ciencias (en el Parque de Santa Margarita, con un planetario muy chulo), el museo interactivo Domus o la Casa de los Peces – Aquarium Finisterrae. Pasarás horas entretenido con experimentos, acuarios de flora y fauna marina, o proyectando estrellas bajo la cúpula del planetario mientras fuera chispea. Para arte y cultura, puedes acercarte al Museo de Bellas Artes (pinacoteca con obras de Goya, Rubens, Sorolla y una famosa colección de grabados de Picasso), o al Museo Arqueológico e Histórico en el Castillo de San Antón, donde explorar la historia local en el evocador marco de una fortaleza del siglo XVI. Otro interesante es el MUNCYT (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología), con inventos curiosos y parte del primer acelerador de partículas de España, ideal para frikis de la tecnología.
  • Café, libros y calor de hogar: Un día de lluvia es la excusa perfecta para refugiarse en una cafetería histórica. En el centro tienes joyas como el Café Luis Seoane o el Derby, con aire vintage, donde pedir un té, una taza de chocolate caliente con churros o un licor café gallego mientras lees un libro. Los coruñeses adoran socializar en el café cuando llueve; verás cómo estos locales se llenan de tertulia y aroma a café recién hecho. También puedes visitar la Librería Couceiro (especializada en libros gallegos) o la biblioteca pública Miguel González Garcés para curiosear entre estanterías antiguas a cubierto.
  • Shopping bajo techo: Si te apetece ir de compras sin mojarte, tienes varias opciones. El centro de A Coruña posee galerías comerciales cubiertas, especialmente en los Cantones (zona de Calle Real, Juana de Vega, etc.), con tiendas y boutiques bajo soportales acristalados que recuerdan a invernaderos. Además, a las afueras está el centro comercial Marineda City, uno de los más grandes de España, donde encontrarás desde moda (incluida la matriz de Inditex: Zara, Pull&Bear, etc., originarias de Coruña) hasta ocio como multicines, bolera y restaurantes. Ir de compras es un plan socorrido cuando llueve fuerte, y de paso descubrirás la ciudad donde nació Inditex, cuyo fundador Amancio Ortega todavía vive en A Coruña.
  • Cultura y eventos: Consulta la agenda cultural, pues quizás justo en días de lluvia haya algún concierto, obra de teatro o exposición interesante. El emblemático Teatro Rosalía de Castro acoge obras y música en un precioso edificio decimonónico. También el Kiosco Alfonso (en los Jardines de Méndez Núñez) suele tener exposiciones gratuitas. Y si te gusta el rock, date una vuelta por la calle Orzán: incluso entre semana, en bares como el Garufa o el Filloa Jazz puede haber música en directo, perfecto para una noche lluviosa con buena compañía, cerveza en mano y notas de blues sonando.

En definitiva, los coruñeses no se amilanan por la lluvia – “en Coruña siempre hay plan”, aunque sea ponerse el paraguas y hacer la ruta de bares igualmente. Únete a esa filosofía y no dejes que cuatro gotas frenen tu disfrute.

Recomendaciones según el tipo de viajero

Cada viajero es un mundo, y A Coruña ofrece experiencias adaptadas a distintos intereses. Aquí van algunos consejos personalizados:

  • Para parejas: A Coruña puede ser muy romántica. Disfrutad de un atardecer en el Jardín de San Carlos, un rincón verde y tranquilo desde el que se ve el puerto viejo, ideal para fotos juntos. Un paseo de la mano por la playa de Riazor al atardecer o por el Paseo Marítimo iluminado por las farolas es un plan sencillo y mágico. Por la noche, una cena a base de tapas en un rincón acogedor del casco viejo (por ejemplo, los mesones de la Plaza de María Pita bajo los soportales) os permitirá saborear la gastronomía local en ambiente íntimo. Y si os va el plan cultural, un concierto de música clásica en el Palacio de la Ópera o simplemente contemplar las estrellas en el planetario de la Casa de las Ciencias puede ser un broche especial. A Coruña tiene hoteles boutique y pensiones con encanto en edificios históricos que son perfectos para estancias en pareja – un plus para ese viaje romántico.
  • Para familias: Viajar con niños en A Coruña es muy cómodo. La ciudad es segura, llana en muchas zonas y con muchas actividades para peques. Imprescindible el Aquarium Finisterrae (Casa de los Peces), donde los niños alucinarán viendo las focas en la terraza exterior y tocando estrellas de mar en la sala interactiva. También la Casa de las Ciencias con su planetario y juegos científicos es un plan educativo y divertido a la vez. En días de buen tiempo, las playas de Orzán y Riazor son perfectas para jugar en la arena o incluso darse un chapuzón (en verano hay socorristas y zonas acotadas). Los parques urbanos, como el Parque de Santa Margarita (que tiene columpios y un estanque de patos) o los Jardines de Méndez Núñez, ofrecen espacio para que los niños corran. Y atención a Monte de San Pedro: subir en su ascensor panorámico acristalado hasta la cima es casi como una atracción de parque, y arriba hay praderas para volar cometas y unos cañones gigantes que harán volar la imaginación de los peques. Para comer en familia, muchos locales ofrecen menú infantil; y no olvidéis probar la empanada gallega y la tarta de Santiago, que suelen gustar a todos. En resumen, A Coruña es un destino muy family-friendly donde grandes y chicos encontrarán su plan.
  • Para viajeros solos: Si viajas solo, verás que A Coruña es una ciudad muy amigable y fácil de recorrer. La gente local es abierta, muchos jóvenes hablan inglés y no tendrás problema en entablar conversación en un bar de tapas o en una terraza. Al ser una ciudad segura y animada, es agradable perderse por sus calles a tu ritmo: puedes pasarte horas fotografiando las galerías acristaladas, el faro de Hércules, los detalles modernistas de la ciudad… sin prisa. Te recomendamos unirte a algún free tour a pie por la mañana (suelen salir de María Pita) para conocer gente y orientarte en la historia local. Luego, súmate a la costumbre del tapeo: en barras como La Bombilla o El Tequeño es fácil conversar con otros comensales, pedir recomendaciones y brindar con desconocidos que pronto parecen amigos. La vida nocturna también es muy propicia para viajeros solos: hay pubs con música en directo y cervecerías donde sentarte a escuchar rock o jazz sin sentirte fuera de lugar. Zonas como la Calle Orzán o la Plaza de Vigo tienen bares donde muchos salen en plan informal y nadie mira raro a quien viene solo – al contrario, es posible que termines de charla con un grupo de coruñeses simpáticos. Además, A Coruña tiene varios hostels y pensiones económicas donde alojarte y conocer a otros viajeros. En síntesis, es una ciudad que puedes disfrutar plenamente solo, con total libertad y sintiéndote acompañado por el ambiente cercano de sus gentes.
  • Para viajeros culturales o seniors: (Añadamos un extra) Si tu perfil es más tranquilo o cultural, A Coruña también tiene mucho que ofrecer. Puedes dedicar la mañana a visitar museos (Bellas Artes, el Castillo de San Antón, la Fundación Luís Seoane de arte contemporáneo) y la tarde a recorrer el casco antiguo con calma, descubriendo iglesias escondidas, la Plaza del Humor con sus esculturas de personajes literarios, o el tranquilo cementerio modernista de San Amaro con vistas al mar. La oferta de teatros, galerías de arte y conciertos en A Coruña es notable para su tamaño: infórmate en la Oficina de Turismo si hay algún evento o exposición especial durante tu estancia. Y en cuanto a gastronomía, quizás prefieras restaurantes tradicionales donde sentarte a comer con calma: los hay estupendos para probar caldeirada de pescado, almejas a la marinera o un buen solomillo de ternera gallega con D.O. En general, el ritmo de vida coruñés se adapta bien a quien busque relajarse y empaparse de cultura sin agobios.

(En A Coruña hay planes para todos: desde el surfero que viene a coger olas a Sabón (playa cercana) hasta el amante de la naturaleza que puede hacer rutas costeras hacia las vecinas Costa da Morte o las Fragas do Eume. Infórmate según tus intereses y la ciudad será tuya.)

Rincones secretos y poco turísticos

¿Quieres sentir que descubres esos lugares que solo los locales conocen? A Coruña es pequeña, pero esconde varios rincones con encanto alejados del circuito turístico convencional. Aquí te revelamos algunos:

  • El Jardín de San Carlos: Ya lo mencionamos, pero merece repetirlo. Es un diminuto jardín amurallado, escondido tras el Museo Militar, que pocos turistas visitan y sin embargo destila romanticismo e historia. Fue un bastión defensivo en el siglo XIX y hoy es un remanso de paz con bancos sombreados y vistas al puerto. En su centro descansa la tumba del general inglés Sir John Moore, fallecido en la batalla de Elviña (1809); la leyenda dice que cada 16 de enero, aniversario de su muerte, el fantasma de su amada Lady Hester aparece al atardecer para dejarle una flor sobre la tumba. ¿No es un detalle conmovedor? Sabrás que has llegado al jardín cuando atravieses un portón de piedra con la inscripción “Quienquiera que tú seas, llora su destino. Yo le amé”, dedicada a Moore. Sin duda, un lugar secreto ideal para sentir la historia en soledad.
  • Plaza y Convento de Santa Bárbara: Escondida tras unas callejuelas de la Ciudad Vieja, cerca de la Colegiata, se abre esta plazuela empedrada que parece detenida en el tiempo. Las enredaderas cubren los muros del pequeño Convento de Santa Bárbara, del siglo XV, y en el centro de la plaza hay un crucero rodeado de casitas bajas. Este rincón tiene un encanto especial, sobre todo en días laborables cuando suele estar vacío y se oyen solo las gaviotas. Pocos turistas llegan hasta aquí, pero es uno de los lugares más fotogénicos y auténticos del casco antiguo coruñés. Siéntate un momento en un banco de piedra y disfruta del silencio histórico.
  • La Casa Museo de Picasso: Una joya poco visitada incluso por muchos locales. En A Coruña vivió durante su infancia (de 1891 a 1895) un jovencísimo Pablo Picasso, pues su padre trabajó como profesor de arte aquí. La vivienda de la familia Picasso, situada en la calle Payo Gómez 14 (un barrio céntrico fuera del casco viejo), se ha convertido en un museo gratuito que recrea la atmósfera de la época con muebles originales y copias de dibujos que el joven Picasso hizo durante sus años coruñeses. Visitarla es casi como entrar a una casa de finales del XIX, con suelos de madera y galerías acristaladas. Además de ser interesante para los amantes del arte, es un rincón singular que muchos turistas pasan por alto. Un plan perfecto para una tarde lluviosa o simplemente para seguirle la pista al genio malagueño en esta ciudad que marcó sus inicios.
  • Otros rincones con encanto: Si tienes más tiempo, te sugerimos asomarte al Mercado de San Agustín por la mañana (un mercado de abastos de los años 30 diseñado por el discípulo de Le Corbusier, donde verás a las paisanas vendiendo pescado fresco – toda una experiencia sensorial). También el Cementerio de San Amaro, al norte de la ciudad, es un lugar lleno de arte funerario e historias (allí está enterrada la escritora Emilia Pardo Bazán, por ejemplo) con vistas al mar, ciertamente especial para quien busca algo diferente. Y no olvidemos el Monte de San Pedro: aunque hoy ya es conocido, sigue siendo menos frecuentado que la Torre de Hércules. Este parque en lo alto de un monte costero era una antigua batería militar con cañones gigantes. Puedes subir en su elevador panorámico (una esfera de cristal que trepa la ladera) o en coche, y arriba encontrarás jardines impecables, un laberinto vegetal, un mirador 360º y un restaurante con vistas. Es ideal para un picnic en días soleados, lejos del bullicio urbano.

Cada ciudad tiene sus secretos, y parte del encanto de viajar como local es descubrir esos sitios donde el turismo masivo no llega. En A Coruña, por suerte, es fácil dar con ellos: basta con aventurarse unos pasos más allá de la siguiente esquina o preguntar a algún vecino amable, y terminarás conociendo una historia fascinante sobre ese callejón, esa estatua o esa casa antigua que encontraste por casualidad.

Curiosidades, leyendas y detalles locales

Para terminar de enamorarte de A Coruña “como un de aquí”, te compartimos algunas curiosidades y leyendas urbanas que los propios coruñeses conocen y comentan orgullosos:

  • La Ciudad de Hércules: Ya mencionamos la leyenda fundacional, pero merece la pena destacarla: el apodo de “Ciudad Herculina” viene de la unión mítica con Hércules. Según el relato, el héroe griego fundó la ciudad tras clavar la cabeza del gigante Gerión bajo la Torre. De hecho, si te fijas en el escudo de A Coruña, verás dibujada la Torre de Hércules sobre una calavera: es la representación heráldica de esa leyenda (la calavera simboliza la cabeza de Gerión). Este origen legendario da a A Coruña un aura especial, como si desde sus cimientos corriera sangre de héroes.
  • “Eu non creo nas meigas…”: Galicia es tierra de antiguas creencias y meigas (brujas). Un dicho popular gallego afirma: “Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas”, que en castellano significa “Yo no creo en las brujas, pero haberlas, las hay”. Este refrán refleja el carácter gallego, algo escéptico pero respetuoso con lo sobrenatural. En A Coruña, como en toda Galicia, perviven tradiciones mágicas: en la noche de San Juan, por ejemplo, las playas de Riazor y Orzán se iluminan con cientos de hogueras donde los coruñeses saltan las llamas y preparan la queimada (bebida de aguardiente con azúcar y frutas que se quema recitando un conxuro para espantar a las meigas). Si visitas la ciudad en esa fecha (23 de junio), vivirás la noche más corta y quizá más mágica del año, declarada de Interés Turístico Internacional por su espectacularidad.
  • La leyenda del Jardín de San Carlos: Ya te contamos la historia romántica (y algo fantasmagórica) de Lady Hester Stanhope que visita el jardín cada 16 de enero. Los locales adoran este tipo de anécdotas, y es común que se la cuenten a los visitantes. No deja de ser poético pensar que en ese rincón, al anochecer, pudiera aparecer una dama de época buscando a su amor entre las sombras de los cañones y la hiedra… Realidad o no, forma parte del folclore coruñés.
  • Farolas únicas y reloj tardón: El Paseo Marítimo de A Coruña no solo impresiona por su longitud, sino por sus farolas esmaltadas de estilo modernista. Cada farola es distinta, con un diseño único creado por el arquitecto local Antonio López Hernández. Son 300 farolas en total, que de noche dan un aire elegante al paseo. Los coruñeses se sienten orgullosos de este detalle; de hecho, las farolas se han convertido ya en un símbolo de la ciudad. Por otro lado, en pleno Cantón Grande del centro, tienes el Obelisco, un monumento de 1895 que incluye un reloj histórico. Curiosamente, este reloj se diseñó con una particularidad: retrasa unos minutos con respecto a la hora oficial. Dicen que era para que los empleados de los bancos cercanos llegaran puntuales (¡o tuvieran excusa para el retraso!). Sea como fuere, es otro de esos detalles locales que te sacan una sonrisa cuando te lo cuentan.
  • La primera boda gay en España: Un dato poco conocido es que el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en la historia de España ocurrió en A Coruña… ¡en 1901! Fue la célebre historia de Elisa y Marcela, dos maestras gallegas que, desafiando las convenciones de la época, lograron casarse por la iglesia en A Coruña haciéndose pasar una de ellas por hombre. Aunque su subterfugio se descubrió y tuvieron que huir, hoy son recordadas como pioneras de los derechos LGBT (Netflix incluso produjo una película sobre ellas). Este hecho adelantado a su tiempo es otra muestra de la personalidad coruñesa inconformista y valiente.
  • Cuna de emprendedores: Además de leyendas, A Coruña tiene realidades de las que alardea. Una de ellas es ser la cuna de Inditex, el imperio textil de Amancio Ortega. La primera tienda Zara del mundo abrió en 1975 en la calle Juan Flórez de Coruña. Hoy la presencia de Inditex se nota – no solo en las innumerables tiendas de sus marcas por la ciudad, sino en iniciativas culturales que la empresa patrocina, exposiciones de fotógrafos de moda que traen a los Cantones, etc.. Muchos coruñeses trabajan directa o indirectamente para Inditex y hay un cierto orgullo local por haber pasado de ciudad portuaria a hub de la moda internacional.

En definitiva, A Coruña está llena de historias, mitos y detalles que van más allá de lo que ven los turistas a primera vista. Desde los ecos de Hércules y las brujas en su cultura, hasta las anécdotas urbanas como la del Chupacabras de Penamoa (una criatura legendaria que supuestamente rondaba un viejo barrio periférico) o el ejército fantasma de Elviña (algunas noches dicen que se oyen tambores de guerra en el campo donde fue la batalla de 1809)… Todo esto alimenta las conversaciones en las sobremesas coruñesas. Pregúntale a un local y seguro te contará alguna curiosidad más con esa retranca (guasa) gallega difícil de explicar. Porque conocer una ciudad también es conocer sus historias, y A Coruña tiene muchas y muy sabrosas.

Hospédate en Bossh! Santa Catalina y vive A Coruña desde el corazón de la ciudad

Esperamos que con estos consejos te animes a descubrir A Coruña como un verdadero local, disfrutando cada momento, cada calle y cada historia que la ciudad te ofrece. Y para que tu experiencia sea redonda, nada mejor que alojarte en el sitio adecuado. Bossh! Santa Catalina te abre las puertas de su establecimiento en A Coruña, un alojamiento acogedor y situado en el corazón de la ciudad. Desde aquí podrás ir andando a la playa de Riazor, acercarte en pocos minutos al casco viejo y salir de tapas por la zona centro sin necesidad de transporte. Nuestro hotel te brindará la comodidad de sentirte como en casa, con atención amable y todas las facilidades que un viajero moderno necesita, pero con el encanto local de una pensión de las de toda la vida. Al elegir Bossh! Santa Catalina estarás eligiendo vivir A Coruña desde dentro: despertando con el aroma del pan de la panadería de la esquina, pidiendo un café en el bar de al lado como un vecino más y teniendo a mano tanto los sitios emblemáticos como esos rincones secretos de los que hemos hablado.

Te invitamos a hospedarte con nosotros en Bossh! Santa Catalina y hacer de tu visita una inmersión auténtica en la vida coruñesa. Será un placer recibirte y ayudarte a que descubras “a nosa cidade” con ojos curiosos y alma local. ¡Prepárate para enamorarte de A Coruña y de su espíritu Bossh! Cada viaje es una historia, ven a escribir la tuya en esta ciudad atlántica que te espera con los brazos abiertos. ¡Boa viaxe e vémonos en A Coruña! 😃 (Bueno… sin emoticonos, que estamos en un blog serio, ¡pero con mucha ilusión de tu visita!)

Información turística general y rutas:

Museos y cultura:

Historia y leyendas:

Gastronomía y tapeo:

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