Del huerto al parque: el Bosque Urbano y los huertos vecinales que florecen en Málaga

1. Un respiro en mitad de la ciudad: el Bosque Urbano Málaga

El proyecto Bosque Urbano Málaga aspira a transformar los antiguos terrenos de Repsol —entre los distritos Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz— en un auténtico pulmón verde de 17,7 ha (177 000 m²) en pleno corazón de la ciudad .
Aquí no habrá rascacielos, sino un lago natural, un anfiteatro al aire libre y caminos de tierra compacta para pasear, correr o montar en bici contemplando una biodiversidad que puede llegar a multiplicarse con la laguna como catalizadora de vida .
Desde 2016, más de 300 árboles mediterráneos (pinos, almeces, algarrobos…) han sido plantados y cuidados por voluntarios: la meta es reducir el efecto isla de calor en dos de los barrios más densamente poblados de Europa y ofrecer un oasis urbano accesible para todos .

2. Huertos comunitarios: minúsculos ecosistemas con grandes efectos

Un huerto comunitario es una parcela gestionada de modo colaborativo donde vecinos cultivan sus propias frutas y verduras siguiendo criterios de producción ecológica . Estos espacios sirven de refugio climático en los meses más tórridos —actuando como hálitos verdes que refrescan el aire— y promueven la convivencia intergeneracional, el aprendizaje y la salud mental .
En Málaga capital existen al menos 19 huertos urbanos impulsados por organismos públicos y privados, de los cuales 11 son sociales, 4 comerciales o institucionales, 2 terapéuticos y varios educativos . Entre ellos destaca El Caminito, junto al antiguo cementerio de San Miguel, donde el barrio se reúne para sembrar, intercambiar semillas y celebrar talleres de agroecología .

3. Ecología cívica en acción: cómo bosques y huertos se retroalimentan

Cuando una ciudad impulsa macroproyectos como el Bosque Urbano y microiniciativas como los huertos vecinales, se crea una red de ecología cívica que multiplica sus efectos:

  • Conservación de la biodiversidad: el bosque atrae aves y pequeños mamíferos, mientras que los huertos actúan como corredores ecológicos donde insectos polinizadores y lombrices transforman el suelo .

  • Sensibilización ambiental: talleres en huertos y jornadas de plantación en el bosque enseñan a grandes y chicos la importancia de la soberanía alimentaria y del papel de los bosques urbanos en la mitigación del cambio climático .

  • Cohesión vecinal: compartir una azada o regar juntos fortalece vínculos, reduce la soledad y genera un sentimiento de orgullo barrial que retumba en asociaciones, colegios y comercios locales.

4. Impacto climático y social

  • Reducción de temperatura: gracias a los más de 350 árboles ya plantados y a la expansión continua, el bosque puede bajar hasta 3 °C la temperatura local en verano, al tiempo que mejora la calidad del aire capturando CO₂ y filtrando partículas en suspensión .

  • Resiliencia hídrica: el lago natural y las técnicas de captación pluvial alimentan un sistema de riego sostenible, reduciendo la presión sobre la red municipal y enseñando prácticas de gestión responsable del agua.

  • Inclusión social: huertos terapéuticos ofrecen espacios de rehabilitación y compañía para personas mayores, refugiados o colectivos en riesgo de exclusión, cumpliendo con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 .

5. ¿Cómo sumarte a esta revolución verde?

  • Consulta el calendario de plantaciones y actividades de voluntariado.

  • Apoya con tu tiempo o un donativo: cada euro se invierte en herramientas, más ejemplares y sistemas de riego autónomos.

  • Participa en un huerto vecinal de tu distrito y únete a talleres y jornadas de plantación.

  • Inclúyelo en tu viaje para vivir Málaga desde abajo, sintiendo la ciudad latir en cada brote.

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